El cuerpo humano es capaz de producir colágeno de forma natural. Durante nuestra juventud, lo hace en abundancia, contribuyendo a una piel joven, un cabello y uñas fuertes y unas articulaciones sanas. Sin embargo, esta producción disminuye a medida que envejecemos, comenzando ya a mediados de los 20 años. Factores como la exposición al sol, el tabaquismo y una mala alimentación pueden acelerar este proceso. Esta disminución en la producción de colágeno es parte de lo que conduce a signos comunes del envejecimiento, como arrugas, flacidez de la piel, molestias en las articulaciones y uñas y cabello más débiles.
Para contrarrestar estos efectos, muchas personas han recurrido a los suplementos de colágeno.
El colágeno es una proteína estructural crucial que abunda en todo nuestro cuerpo. Forma los componentes principales de nuestra piel, cabello, uñas, músculos, tendones, ligamentos, huesos e incluso ciertas partes de nuestros ojos. Proporciona a estas estructuras fuerza y elasticidad